UN BUEN DIA EN MALASAÑA. CONSEJOS
Allí la albóndiga de ayer es la meatball de hoy, centro de ocio donde confluyen modernos, magdalenas rebautizadas como cupcakes, artistas, hipster gafapasta…
Es uno de mis barrios favoritos de Madrid, también claro ejemplo de la gentrificación o turistificación. Os cuento mis propuestas para un buen día en Malasaña.
Mañana, morning allí
Para un desayuno instagrameable podéis ir al Cereal Hunters, con cientos de cereales traídos de todo el mundo (incluidos los añorados Fruit Loops) y su leche de colores.
Como edificios especiales encontraréis el preciosísimo Palacio de Santa Bárbara donde con menos frecuencia de la deseable organizan eventos pop up y exposiciones y donde cada año hasta la fecha montaban una bonita terraza urbana, el Manzana Mahou. Este año no lo han abierto de momento.
También está la Iglesia San Antonio de los Alemanes, una joya escondida cubierta en su interior de pinturas de valor incalculable y visitable por las mañanas por 2€.
Los mercados hace años que están de moda y en Malasaña hace unos pocos que modernizaron el antiguo mercado de Barceló con una terraza en su azotea con una propuesta gastronómica de lo más healthy donde uno puede relajarse entre su vegetación de arces japoneses y magnolios con música chill out de fondo.
Mis restaurantes favoritos en el barrio (de alguno de ellos hablaré con más detenimiento) son Clarita (ojo al descuento del Tenedor), Maricastaña, Bar Galleta, Lamucca (estos con menú del día).
Seguimos con Ojalá (con su brunch y su superplaya secreta en la planta de abajo), A dos velas, el mexicano La Panza es Primero, el colorido Superchulo, el japo Hattori Hanzo, la pizzeria Hot now, Public o el pollo a la brasa de Limbo.
Y continuamos con los miniplatos de 80 grados, La Musa, la Pescadería, el Gumbo y sus tomates verdes fritos, el internacional Rustika, o las fondues y raclattes en el refugio suizo de la Fondue de Tell…
Afterlunch o tardeo
Entre las opciones culturales encontramos el Teatro Lara, donde por cierto hace unos años vi mi obra favorita de todos los tiempos (me emociono solo con recordarla, AMORES MINÚSCULOS).
Allí podréis disfrutar de un nuevo concepto de formato teatral, Microteatro por dinero, microobras de 15 minutos sobre un mismo tema, representadas para menos de 15 espectadores por pase.
También os recomiendo echar un vistazo al calendario del edificio de Telefónica de Gran Vía 32, donde suelen hacer exposiciones muy chulas (y emocionantes, como la de realidad virtual, para la que aunque sea gratuita hay que ir con cita previa).
Y llega la hora de la merienda, y aquí mis locales de referencia son el Panda Pattiserie del Hattori Hanzo con sus deliciosos Fluffy pancakes o el precioso y colorido local Vacaciones cóctel bar, donde encontraréis tartas caseras, smoothies, limonadas y mil tipos de tés.
En Malasaña también están las heladerías más instagrameables: La pecera, Creamies, o Lolo polos
Si os mola el streetart podéis echar un vistazo a los murales de San Vicente Ferrer 9 y Hortaleza 116. Y hablando de instagrameable, la pared más fotografiada de Madrid, en la calle de La Palma 18, los Ojos (Actualización!!. La han quitado. Muerte!!. )
Afterwork
Gymage es la terraza en la azotea más visitada del barrio, ubicada en el ático de los antiguos cines Luna, hoy día sustituídos por un gimnasio.
Se trata de un espacio de 700m2 perfecto para las tardes afterwork que emula un beach club con su mobiliario blanco, una zona lounge con solarium y una piscina infinita. No faltan la música chill out ni la amplia carta de batidos, cócteles o bebidas Premium.
De vuelta al groundfloor para un coctel, una copita o una cerveza podéis ir a Gorila, La bicicleta (cerrado en la actualidad), el clásico Free Way, los grifos de cerveza self service de Barhop, el tranquilo Lolina, o la colorida cantina repleta de folclore mexicano Catrina.
Y por último, no soy Heidy ya, y seguro que para la noche hay sitios más de moda hoy pero los baretos del barrio de toda la vida son los ochenteros Madrid me mata (y su museo) o el Penta con su música española (sí, el famoso Penta de Chica de Ayer, con la que cierran cada noche).
Si aun es pronto para volver probad Tupperware, Vía láctea y el ahora tristemente semicerrado Pacha (mi discoteca de cuando era adolescente), hoy día Teatro Barceló, que solo abre para algunos eventos.
Y para los que bailéis swing como yo no os podéis perder las sesiones de los jueves en el Yasta.
Mañana de paseo por los Pueblos Negros…Ya os contaré. Mua!!