OCHENTA GRADOS: BUENO, BONITO Y BARATO

OCHENTA GRADOS: BUENO, BONITO Y BARATO

 

Hoy os voy a hablar de otro de mis restaurantes bueno, bonito, barato favoritos. Ochenta grados tiene en la actualidad cuatro locales en Madrid, en Malasaña, la Castellana, en Pozuelo y otro en la zona norte, en las Tablas, que es al que yo suelo ir.

 

Qué

El concepto, que además da nombre al restaurante, se basa en que ochenta grados es la temperatura máxima a la que se pueden cocinar los alimentos sin que pierdan sus propiedades. Su carta está formada por numerosas y originales tapas xs a un precio ajustado, lo que te permite probar varios platos. Además, suelen hacer variaciones en la carta cada poco tiempo, por lo que si eres uno de sus fijos no tendrás tiempo para aburrirte de sus platos.

Los locales tiene una bonita decoración moderna y a la vez minimalista, con amplios ventanales, mesas altas y alguna corrida para compartir con otros comensales.

local

Tienen menú del día, menú para alérgenos e incluso para embarazadas!. El menú del día consiste en elegir de una lista un miniplato frío y dos calientes, aparte de la bebida y el postre. Hay uno de 12,50€ y otro con algunos platos un poco más especiales, a 13,80€. Los platos van saliendo según están listos, sin ningún orden, supongo que para agilizar el servicio.

Y ahora toca centrarnos en los que son nuestros imprescindibles de su carta. Empezamos con su bebida estrella, el Distinto de verano, un tinto de verano coronado con una capa de espuma de limón. No os lo podéis perder!!.

De los primeros muy especial el steak tartare con helado de mostaza. Más normalitos pero también muy ricos el salmorejo con helado de parmesano y el tatín de tomate y mozarella de bufala.

Los gnoccis, tanto con la terrina de cordero, como los cremosos con salsa de setas están de muerte. El must de su carta, el huevo trufado con patatas paja y jamón, simplemente espectacular. Con deciros que cuando vamos mi novio y yo pedimos de todo para compartir y poder probar más cosas salvo los huevos, con eso no se juega, tiene que ser uno para cada uno ;).

De los que yo he probado quizás el único que me ha convencido un poco menos son las lentejas estofadas con calamar en curry verde, no sé si porque hacía demasiado calor o porque el curry tenía demasiado protagonismo en el plato.

Y llegamos a los postres. Uff!. Me encantan!. La leche con galletas y chocolate (como dice la carta «no preguntes, simplemente pídelo»), el blanco limón (con ese chocolate blanco…) o la tarta de queso horneada como si de un coulant se tratase, miam.. Y digo yo…por qué escribo estas cosas con el estómago vacío?

platos ochenta grados

 

En fin, bueno, bonito y barato. Qué más queréis?.

 

Espero que os guste, y si vais contadme plisss vuestras impresiones. Si sois de tapas más clásicas no os perdáis esta taberna. Mua!!



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