LAS TORTILLAS DE GABINO, CON CEBOLLA O SIN ELLA

LAS TORTILLAS DE GABINO, CON CEBOLLA O SIN ELLA

 

Las Tortillas de Gabino volvió a sonar con fuerza hace unos meses a raíz de la visita de Mick Jagger a España. Os cuento.

 

Su historia comienza en 1919 cuando Benigno Redruello decide abrir una taberna en Madrid, que en origen llama La Estrecha y que hoy, varias generaciones después (y bajo el nombre La Ancha), dirigen con maestría Nino y Santi Redruello, junto con los demás restaurantes que conforman el grupo (que por cierto no deja de crecer): Fismuler, The Omar (en el hotel Tompson), Molino de Pez (en Barcelona), el delivery Escalope Armando y nuestro protagonista de hoy, las Tortillas de Gabino.

LTDG se inauguró en 2005 y pretende homenajear al cocinero cántabro que preparaba en La Ancha las mejores tortillas de Madrid.

El local, situado en el barrio de Chamberí, está decorado con un gusto exquisito, con toques modernos pero acogedor a la vez, con dos salones con ladrillo blanco visto, con plantas, mesas con mantel, luces colgando y una terraza acondicionada para los fríos inviernos de Madrid.

Pues bien, este restaurante de ambiente pijillo y lleno de ejecutivos al mediodía, ofrece una calidad espectacular a un precio medio, lo que en los últimos años ha cautivado a personajes tan variopintos como el mencionado Mick Jagger, el actor Tim Robbins, la escritora Elvira Lindo o Benicio del Toro. Y a mí.

Y es que en mis visitas a Las Tortillas de Gabino he podido disfrutar de su cocina tradicional con toques innovadores y de la profesionalidad de su atención e impecable servicio.

Al lío.

 

Nuestra experiencia

las tortillas de gabino

 

Evidentemente las protagonistas en la carta son sus tortillas, en especial la clásica o Velazqueña, exactamente como a mí me gusta, muy, muy poco cuajada (#ladrillosno), y que podéis pedir con o sin cebolla (#abrodebate).

También las tenéis de patatas chips con salmorejo, la imprescindible trufada, la guisada con callos, la de pulpo a la gallega, la negra o la de torta del Casar. Por cierto, un lujo que te sirvan y terminen los platos en la mesa.

Pero no se quedan ahí. No os podéis perder las deliciosas navajas gratinadas, sus cremosas croquetas de jamón o boletus, los bombones de foie, la torrija de brioche con helado o su archiconocida tarta de queso Fismuler. Y sí. Sé lo que estáis pensando..y qué pasa con el famosísimo escalope Armando?. Pues pasa, que tengo que reconocer que nunca he tenido ocasión de probarlo (pero lo haré).

Y es que se nota que allí tienen grabada a fuego la frase que su padre les decía “hay que cocinar cada día como si fuera la inauguración”.

 

Pues eso. Que volveré. Siempre.


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