LA PETIT RACLETTE NAVACERRADA, MI CABAÑA SUIZA

Y volvimos a la Petit Raclette. Mismo sitio, dos años después.
La Petit Raclette es un precioso restaurante con encanto en pleno centro del pueblo de Navacerrada que elabora recetas de cocina suiza en un ambiente acogedor y familiar.
Por suerte o por desgracia la gente no es tonta y sabe lo que es bueno por lo que siempre está lleno y hay que reservar…en dos turnos (por cierto, el segundo es a las 16:00).
El restaurante está en una casita con aspecto de cabaña suiza con dos pisos de madera, ventanas con visillos y crochet, alegres manteles y flores. Vamos, que si vais en invierno tendréis la sensación de estar en los mismísimos Alpes.
Nuestra experiencia
El personal no puede ser más majo, son ágiles, atentos y sus recomendaciones muy acertadas. El único detalle feo fue que no nos ofrecieron chupitos, y sí lo hicieron en la mesa de al lado.
Y como siempre, vamos a lo importante, la comida.
Entre los entrantes nosotros pedimos queso de cabra con mermelada de tomate. La verdad, para una quesera como yo complicado no acertar con eso.
A continuación pedimos una raclette de queso suizo para fundir (si lo queréis en el aparato tradicional suizo hay que hacerlo por encargo) acompañada de encurtidos, patata cocida, jamón serrano, jamón york y salchichón. Aquí debo decir que me sobró todo lo que no fuera el queso y las patatas…de hecho, he leído que se puede intentar cambiar por extra de queso y la próxima vez que vaya pienso intentarlo.
Seguimos con la espectacular brasserie de carne a la piedra. Las tienen de distintos tipos, de lomo de buey, solomillo, solomillo de ciervo y wagyu (Kobe), acompañada de patatas fritas (eso sí, congeladas) y cuatro salsas caseras. Nosotros hemos probado varias y todas igual de ricas aunque claro, el olor en la ropa no hay dior que te lo quite.
Y por último de postre pedimos tarta de vainilla y dulce de leche. Mala no estaba, es más, estaba rica…pero no mucho mejor que la mía.
De precio salimos a unos 25 euros cada uno, a mi entender bastante ajustado para una comida rica, diferente y en un entorno precioso.
Volveremos!!. Pero lo haremos después de currarnos la Barranca!.